La carrera tecnológica para hacer frente a los incendios forestales se traslada a los aviones sin tripulación y a la gestión cada vez más orquestada de los datos.
extinguirlos sigue siendo hasta seis veces mayor que el asignado para la prevención. La OCDE ha advertido, en ese sentido, de los frecuentes “préstamos de incendios”, es decir, la práctica de desviar fondos destinados a la prevención de incendios para financiar la respuesta de emergencia y la recuperación.
La innovación, en el caso del fuego, debe articularse de forma multidisciplinar. El Centro de Ciencia y Tecnología Forestales de Cataluña, en España, ha puesto en marcha, dentro del proyecto FIRE-RESse abre en una pestaña nueva, 11 Laboratorios Vivientes, campos de pruebas al aire libre en los que bomberos, investigadores, agricultores y comunidades locales han podido probar innovaciones en la lucha contra incendios, como alertas tempranas basadas en drones, quemas prescritas y materiales de construcción resistentes al fuego.
El proyecto FPInnovations’ Wildfire Operations Research de Canadá ha usado máquinas de humo de nivel industrial cinematográfico para entrenar a las tecnologías de alerta de incendios a reconocerlos. Actualmente, proporciona los datos a los proveedores de tecnología interesados en entrenar su inteligencia artificial (IA).
Apagar el fuego con datos
Un ecosistema digital de plataformas de datos será crucial para ayudar al mundo a comprender y combatir los incendios los próximos años. La UE ha puesto en marcha el programa EFFIS y el proyecto de ACERO en Estados Unidos aprovecha la experiencia de la NASA para desarrollar un sistema de gestión del tráfico aéreo que permita a los drones extinguir incendios también en los momentos con poca luz y falta de visibilidad. ACERO se ha dotado recientemente de un sistema portátil de gestión del espacio aéreo (PAMS), del tamaño de un maletín, para ayudar a los pilotos de drones.
Hace falta disponer de datos en tiempo real de calidad. EURO1k es el primer modelo meteorológico numérico capaz de cubrir Europa y partes del norte de África con una resolución de un kilómetro. La empresa que lo ha desarrollado asegura que puede modelar con precisión incluso fenómenos meteorológicos pequeños, como tormentas eléctricas, granizo y temporales.
que se aproxima.
Además, una empresa canadiense prepara drones cuadricópteros para el fuego al colocarles sensores con algoritmos de enjambre de IA bien conocidos en el ámbito de la defensa. Su verdadero valor diferencial es que cada aparato puede levantar 400 kilos, la tercera parte que un helicóptero normal, y pueden volar por la noche.
“Ahora la tecnología sencillamente puede manejar muchos más datos”, concluye Albrecht Beck. “Enjambres de drones pueden tener una cobertura en tiempo real de la situación en una cierta área y la inteligencia artificial puede hacer uso de esos datos. Hace cuatro o cinco años, todavía nos desbordaba, no se podía lidiar con todo ello por cuestiones de tiempo. En un desastre no se podía manejar toda la información que sí se interpreta ahora con la inteligencia artificial”.